¿Qué es la artrosis cervical?

qué es la artrosis cervical

¿En qué consiste la artrosis cervical?

La artrosis cervical es una enfermedad degenerativa articular y se considera una de las dolencias más comunes en nuestra sociedad actual y en las consultas quiroprácticas. 
De hecho esta dolencia se traduce en un dolor cervical y suele reflejar una debilidad en el sistema nervioso

La artrosis cervical es un proceso patológico degenerativo del cartílago que afecta a las articulaciones de la columna cervical 

En primer lugar, ¿qué es la artrosis cervical? Consiste en el desgaste del cartílago hialino que recubre los tejidos óseos. En este sentido, cabe destacar que la principal función del cartílago es la de amortiguar y reducir la fricción que existe entre las superficies óseas, favoreciendo de esta forma el movimiento de la articulación.
En segundo lugar, con el paso del tiempo esta estructura se deteriora y puede dar lugar a dolores, a fricciones óseas o a problemas articulares, perdiendo su efectividad.

La artrosis cervical es sinónimo de desgaste

El desgaste propio de la edad suele ser la causa de la artrosis cervical.
De hecho a lo largo de nuestras vidas los malos hábitos y las posturas incorrectas degeneran los discos del cuello y las articulaciones.
Además, con el envejecimiento aparecen problemas en los discos que están entre las vértebras y en el cartílago que recubre las articulaciones que disminuyen el rango de movimiento de la columna vertebral.
En consecuencia estos discos intervertebrales pierden grosor y se crean huesos fuera de los límites de las vértebras que estrechan el espacio y que ejercen una fuerte presión en los nervios. Estos nervios se inflaman, provocando dolor en el cuello, en los hombros y en los brazos.

¿Quiénes sufren esta dolencia?

La prevalencia de artrosis en España es del 29,35%, siendo la incidencia a nivel cervical del 10%  

Antes de nada cabe destacar que la artrosis puede afectar a cualquier persona pero a mayor edad mayores son las posibilidades de sufrir artrosis cervical. Es una enfermedad muy frecuente en personas mayores de 50 años y en muchos casos no aparecen síntomas, por lo que pasa desapercibida.
Además, se dice también que las mujeres suelen ser más propensas a sufrir dolor articular en las cervicales que los hombres. 
En este sentido, llevar a cabo un tratamiento de artrosis cervical es de vital importancia para que esta patología no llegue a ser invalidante. Y, como no, la mejor manera de enfrentarse al dolor es entendiéndolo. 

¿Qué es la artrosis cervical? Nuestro Quiropráctico Emmanuel Oertli resolverá todas tus dudas sobre esta dolencia y te realizará un tratamiento de tu artrosis cervical: ver info

La columna cervical 

Antes de nada hay que decir que la columna cervical está constituida por 5 zonas diferenciadas: La cervical, la dorsal, la lumbar, el sacro y el coxis. 
Del mismo modo estas zonas están compuestas a su vez por vértebras. Por
ejemplo, en la zona dorsal hay 12 vértebras y en la cervical encontramos 7 vértebras, por lo que el número de vértebras varía según la zona del cuerpo. 
Resumiendo, la función que desempeña la columna cervical en nuestro cuerpo es muy importante ya que, por un lado, protege la médula espinal y, por otro lado, proporciona la estabilidad que el cuerpo necesita para sentirse bien. 

¿Por qué las 7 vértebras cervicales son tan importantes?

Previamente hemos comentado que en la zona cervical tenemos 7 vértebras que constituyen las primeras vértebras de la columna.
Comparándolas con el resto de las zonas, son vértebras pequeñas y tienen la movilidad más grande del cuerpo. Las vértebras cervicales tienen 3 movimientos: Rotación, flexión-extensión y lateroflexión (inclinación).
De hecho, cuanto más abajo de la columna, más carga hay que soportar, por lo que las vértebras de esta zona tienen menos movilidad y son más grandes
En resumen, las vértebras cervicales son la base de la cabeza, siendo el hueso occipital la vértebra C0 y la vértebra C7 la del final del cuello.

causas artrosis cervical

¿Qué causa la artrosis cervical?

· El envejecimiento 
· El sobrepeso o la obesidad pueden aumentar la presión en las articulaciones
· Los trabajos con movimientos repetitivos 
· Las fracturas o los desgarros en las articulaciones
· Las enfermedades inflamatorias, como la artritis reumatoide o la espondilitis anquilosante
· Otras enfermedades, como la osteoporosis, la diabetes o enfermedades del hígado pueden producir artrosis cervical
· Las infecciones o las malformaciones 
· Debido a alguna enfermedad hereditaria,o a su estructura ósea, ciertas personas pueden tener más posibilidades de desarrollar artrosis
· Por último los factores ambientales 

Síntomas

· Dolores de cabeza. Pueden ser leves o intensos y empeorar con el movimiento.
· Limitación del movimiento en la articulación afectada
· Adormecimiento y debilidad que se puede extender a las extremidades superiores
· Pérdida de fuerza en los brazos
· Pérdida de equilibrio
· Espasmos musculares en los hombros o en el cuello 
· Rigidez de la columna vertebral, sobre todo por las mañanas o después de haber estado sentado durante un tiempo prolongado
· Pérdida de flexibilidad en la espalda
· Fatiga en los músculos y articulaciones cercanos
· La fricción entre los huesos de la articulación afectada puede provocar un ruido chasqueante
· La articulación dolorida puede estar hinchada a la vez que caliente

síntomas artrosis cervical

Grados de artrosis cervical

La lesión de la artrosis cervical tienen 5 grados. En resumen, cuanto más lesión, mayor será el deterioro del cartílago y mayores serán los síntomas. 

· Grado 0: No hay indicios de artrosis. El paciente está sano. 
· Grado 1: Desgaste leve del cartílago. Apenas hay sintomatología.
· Grado 2: Leves dolores durante la realización de actividades de impacto o también pueden aparecer en situaciones de reposo.
· Grado 3: El deterioro del cartílago ya está más avanzado y aparecen deformidades. El dolor puede aparecer durante cualquier actividad diaria.
· Grado 4: El cartílago desaparece en gran medida y provoca rigidez. El dolor es agudo y puede provocar una inflamación crónica del tejido óseo.