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El dolor de piernas ya es algo común
Algunas investigaciones comentan que una cuarta parte de la población mundial vive con alguna molestia en las piernas. Estas dolencias aumentan a medida que envejecemos.
¿Cuándo puede aparecer el dolor de piernas?
El dolor de piernas puede venir ocasionado por lesiones diversas que pueden variar según el estado físico de cada persona. Estas dolencias no deben tomarse a la ligera ya que pueden acarrear otros problemas de salud más graves.
Lesiones en la espalda
Algunas de las lesiones en las piernas suelen venir por accidentes de coche frontales. Aunque en otros casos también pueden ocurrir cuando un automóvil es golpeado por el lado.
Las lesiones en la espalda suelen ser las causantes de este dolor de piernas.
En un accidente de coche la espina dorsal de la víctima se desalinea, provocando un fuerte dolor en las piernas así como en la cadera.
Los accidentes automovilísticos pueden a su vez provocar tensiones musculares en la pelvis y en la zona lumbar y hasta dolorosos espasmos en la espalda.
El dolor de piernas puede ser un indicio de la existencia de una afección en la estructura ósea, en la columna lumbar o en los nervios que están adheridos a la columna vertebral.
Dolencias en el nervio ciático
Si sientes molestias en la zona trasera o en los lados de las piernas o en los muslos, es bastante probable que tengas algún problema en el nervio ciático. Ahora bien, lo que es una pequeña molestia imperceptible en la columna puede llegar a extenderse al resto del cuerpo y causar, en ciertas personas, una incapacidad. En cualquier caso, la ciática debe tratarse con una cierta urgencia.
Y, en este sentido, se ha demostrado que en muchos casos la quiropráctica consigue resultados exitosos en sus pacientes.
El 42% de las personas diagnosticadas de una ciática que en primer lugar han visto a un cirujano han sido operadas. Sin embargo sólo el 1,5% de las personas con ciática que han visitado a un quiropráctico han sido operadas. Spine Journal (Mayo 2013).
La parte inferior de las piernas
Las articulaciones pueden sufrir inflamaciones y causar un malestar en la parte inferior de las piernas, ya sea en las rodillas, en los tobillos o en los pies. En casos graves estas dolencias pueden llegar a provocar una falta de movilidad.
El ajuste quiropráctico de la columna vertebral ayuda al cuerpo a controlar el dolor de pies, de rodillas o de tobillos, mejorando la función de las articulaciones.
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La quiropráctica junto al dolor de piernas
Diagnosticando el dolor
Cuando un paciente padece dolores en las piernas, el quiropráctico examina a su paciente de cerca.
El quiropráctico examinará a su paciente realizando evaluaciones específicas sobre la columna lumbar y pélvica; con el entendimiento de que los tejidos blandos de las piernas (músculos, tendones, ligamentos) son inervados por los nervios que salen de entre la 1ra lumbar y el sacro.
Hoy en día medir el dolor resulta muy difícil para los profesionales. Es por ello que es imprescindible establecer un buen diálogo entre el paciente y el quiropráctico.
El dolor se evaluará según el tipo de dolor que el paciente esté sufriendo (ardor, punzante, etc.), si es constante o discontinuo, qué es lo que le está provocando el dolor, si ocurre más de día o de noche y la escala del dolor de 0-10.
Una vez establecida la magnitud del dolor, el quiropráctico preguntará a su paciente qué medicinas se está tomando así como los tratamientos que ha realizado anteriormente.
El trabajo del quiropráctico
Rodillas, tobillos y pies
La atención quiropráctica puede reducir la hinchazón y el malestar que existe en la parte inferior de las piernas. El ajuste quiropráctico de las articulaciones doloridas y de la columna vertebral ayuda a reducir las desalineaciones, aportando a las articulaciones una mayor movilidad y una disminución de la inflamación.
Además, gracias al ajuste de la columna vertebral, la funcionalidad del sistema nervioso se ve mejorada y, por consiguiente, la capacidad del cuerpo para controlar las dolencias de la rodilla, el tobillo y el pie.
Nervio ciático
El 42% de las personas diagnosticadas de una ciática que en primer lugar han visto a un cirujano han sido operadas. Sin embargo sólo el 1,5% de las personas con ciática que han visitado a un quiropráctico han sido operadas. Spine Journal (Mayo 2013).
El quiropráctico realizará un examen de la zona sacral y lumbar, donde están situadas las raíces del nervio ciático.
A través de ajustes vertebrales específicos, reducirá la presión sobre el nervio ciático, disminuyendo la inflamación de la parte baja de la columna vertebral.
Se realizará una realineación de las vértebras de la zona lumbosacra para conseguir recuperar su movimiento.
Puedes leer más información sobre la quiropráctica y la ciática aquí: ver ciática
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En este vídeo Laura Bergés nos explica cómo las sesiones de quiropráctica en nuestro Centro le ayudaron a controlar sus dolores de lumbares. Y cómo dejó de tomar pastillas a diario…
