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¿Qué entendemos por vértigo o vértigos?
Se denomina vértigo a la sensación de rotación que una persona tiene así como de los objetos que la rodean. Se trata de una sensación de estar girando (y de que el entorno se mueve) cuando en realidad se está quieto.
Debido a esto, algunos de los pacientes con vértigo dicen tener vómitos, náuseas, alteraciones en la visión, dolor de cabeza, zumbido en los oídos o problemas de desequilibrio.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de la mitad de la población mayor de 65 años sufre vértigo.
Sin embargo el mareo se refiere a un término más amplio. Las sensaciones en los pacientes son más bien de malestar, de desmayo, desorientación o de pérdida de equilibrio.
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¿Por qué se produce el vértigo?
El vértigo suelen estar originado por un problema cervical.
Las vértebras cervicales superiores conforman una zona de nuestro cuerpo especialmente sensible. En esta zona cervical se encuentran los receptores de orientación y de posición del cuerpo, por lo que las alteraciones en estas vértebras pueden llevar a la pérdida de equilibrio y a la sensación de vértigo.
La quiropráctica junto al vértigo
El diagnóstico
Un desajuste o subluxación en las vértebras cervicales superiores puede producir mareos por falta de flujo sanguíneo y alteraciones en las vías de conexión al sistema nervioso central, afectando al sistema vestibular y produciendo síntomas de vértigo (Carlos Gevers, Presidente de la Asociación española de Quiropráctica)
En un primer diagnóstico el quiropráctico palpará la columna en busca de irregularidades óseas o musculares, que indiquen si existen subluxaciones. Las subluxaciones son vértebras que se encuentran fuera de su posición natural y por lo tanto con movilidad reducida.
Esto se puede hacer a través de un estudio de la biomecánica o mediante radiografías recientes. De esta forma el quiropráctico podrá interpretar las deficiencias que puedan haber en los movimientos.
Este tipo de diagnóstico es crucial ya que se pueden detectar muchas patologías asintomáticas que a veces no dan la cara.
El quiropráctico realizará a su vez pruebas musculares para detectar de esta forma si hay problemas en el sistema nervioso.
El ajuste quiropráctico
El ajuste quiropráctico tiene como objetivo restablecer el funcionamiento del sistema vestibular. Este sistema se encuentra en el oído interno y se encarga de mantener el equilibrio así como evitar el vértigo.
- El quiropráctico se encargará de encontrar y corregir las posibles subluxaciones y la tensión que pueda haber en los músculos del cuello y de los hombros.
- Trabajará sobre las vértebras afectadas para liberar el bloqueo que origina tu vértigo.
- El quiropráctico moverá las vértebras para que vuelvan a su posición normal y que recuperen su movimiento.
- Los ajustes quiroprácticos son seguros y específicos y no presentan contraindicaciones.
- Mejorando el funcionamiento del sistema vestibular mejorará el vértigo y la sensación de equilibrio.
En múltiples ocasiones la quiropráctica puede reducir significativamente tus problemas de vértigo sin riesgo alguno
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